Ebrard, la solución de Calderón

Publicado el julio 10, 2011, Bajo Nacional, Autor MonaLisa.


* El único obstáculo para que PAN y PRD hagan alianza en 2012 es López Obrador

Autor: Juan Ramón Bustillos / Impacto el diario / 10 julio 2011

Después de la espantosa derrota del domingo pasado, panistas y perredistas demuestran que sólo pueden ganar si van en alianza y con desertores priístas como candidatos.

La fotografía que durante cuatro años y medio Marcelo Ebrard ha evitado tomarse con Felipe Calderón quizá sea impresa el 1 de diciembre de 2012, si el jefe de Gobierno del Distrito Federal se convierte en Presidente gracias a la alianza del PRD con el PAN.

Si la leyenda urbana sobre el antipriísmo fundamentalista de Calderón tiene bases, no debe desecharse la posibilidad de que el PAN calderonista entable la madre de todas las alianzas con el PRD de Ebrard y sacrifique a Ernesto Cordero, una especie de Ernesto Zedillo del panismo, pues sólo ha podido aspirar a la candidatura por la muerte trágica de Juan Camilo Mouriño.

Después de la repasada que el PRI dio el domingo al PAN y al PRD en Nayarit, Coahuila y Estado de México, quedó demostrado que estos partidos sólo pueden ganar si van en alianza entre ellos y con desertores priístas como candidatos.

Aunque el miércoles pasado, Marcelo Ebrard señaló que ve difícil una alianza con el PAN en 2012 y sí avizora una candidatura única de izquierda para noviembre.

MINIMIZAN TRIUNFO PRIÍSTA

Ernesto Cordero y Javier Lozano intentan restar valor al triunfo priísta del domingo asegurando que esas entidades estaban en control del PRI y recordando que, en cambio, perdió el año anterior Sinaloa, Puebla, Oaxaca y Guerrero.

No dijeron que en las cuatro entidades PAN y PRD fueron en alianza y que por lo menos en Guerrero y Sinaloa, sus candidatos fueron priístas desertores de último momento, Ángel Heladio Aguirre y Mario López Valdez, ambos senadores de la República. El poblano Rafael Moreno Valle y el oaxaqueño Gabino Cué, senadores al igual que los otros, también fueron priístas, si bien dejaron de serlo en el sexenio pasado.

Asimismo, pretenden olvidar Cordero y Lozano que el PRI arrebató las gubernaturas de Aguascalientes y Tlaxcala al PAN, y Zacatecas al PRD. En las tres, estos partidos decidieron competir cada cual por su lado; en Tlaxcala la candidata panista declinó en favor de la perredista poco antes de las elecciones.

CALDERÓN DEBE DAR RIENDA SUELTA A SU PRAGMATISMO

Con base en esto y si se toman en cuenta las encuestas que colocan al PRI muy por encima del resto de los partidos políticos, en especial cuando se compara a Enrique Peña Nieto con el probable candidato panista, Ernesto Cordero, la única alternativa posible para Calderón es olvidarse de los principios fundadores de su partido y dar rienda suelta a su pragmatismo.

Marcelo Ebrard tiene a su favor ser poseedor de un porcentaje del perredismo, el conocido como “Los Chuchos” que por ahora comanda Jesús Zambrano; hoy por hoy nadie sabe a ciencia cierta cuánto se traducirá en votos porque el resto es seguidor de Andrés Manuel López Obrador.

El líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es el único agraviado sobreviviente del supuesto fraude electoral del 2006. Sus compañeros de entonces sucumbieron casi en su totalidad al genio de Manuel Camacho, el verdadero ideólogo de las alianzas entre el PAN y el PRD que materializaron César Nava y Jesús Ortega con la anuencia de Felipe Calderón.

López Obrador ha sido señalado como culpable del triunfo del PRI, sobre todo en Nayarit y el Estado de México. El candidato perredista derrotado en Nayarit, Guadalupe Acosta Naranjo, lo dice sin rubor; igual el líder mexiquense, Luis Sánchez.

LÓPEZ OBRADOR, EL ÚNICO OBSTÁCULO

Es decir, el único obstáculo para que PAN y PRD hagan alianza en 2012 es López Obrador. ¿Cómo podría dejarla pasar si, conforme a su convicción, el panismo le robó la Presidencia? Conforme a este razonamiento, el perredismo de “Los Chuchos” lo ha traicionado.

A pesar de que Ebrard y López Obrador han repetido una y otra vez que tienen un acuerdo amistoso en el sentido de que las izquierdas postularán al mejor posicionado de los dos, cualquiera sabe que se trata de una de las más grandes mentiras que se hayan escuchado en los último años.

Cada cual presentará sus propias encuestas. Desde luego las de Andrés Manuel registrarán su gran popularidad, pero no la opinión negativa que de él tiene la mitad de la sociedad; Marcelo no aceptará su baja puntuación.

Así, a Marcelo no le quedará otro camino que convencer a Calderón de ser la solución a su problema. No le costará mucho trabajo si encarga la labor a Camacho. Ya una vez vendió al Presidente las ventajas de entablar alianzas en las entidades federativas y no tendrá mayor problema si lo enfrenta a la vergüenza histórica de devolver la Presidencia al PRI.

Argumentos le sobrarán a Camacho. El secretario de Hacienda está en el sótano de las encuestas. No mejora ni a base de la estrategia de proferir disparates a diestra y siniestra. De seguir por ese camino quizá para fin de año pase de nueve.

Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota están mejor posicionados que Cordero. Si existiera la democracia hacia el interior del PAN y si Calderón no tuviera el control del partido, el candidato sería el senador al que seis años atrás barrió en las tres elecciones internas, y Cordero no tendría la menor oportunidad.

CALDERÓN NO TIENE CANDIDATO

En otras palabras, Calderón no tiene candidato. Al menos por ahora.

En estas circunstancias ¿por qué no aceptar la oferta de Ebrard? ¿Qué importa que sea un ex priísta, como Cué, Moreno Valle, López Valdez, Aguirre y el propio López Obrador?

Así, Calderón realizaría el viejo sueño de Camacho y Ebrard que frustró Carlos Salinas cuando prefirió a Luis Donaldo Colosio: apoderarse de la Presidencia de la República.

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