La muerte de Cabral
Publicado el julio 24, 2011, Bajo Nacional, Autor MonaLisa.
Por Louisa Reynolds, Ciudad de Guatemala / Proceso -19 Julio 2011
La violencia exportada por los cárteles mexicanos ya tienen plenos derechos en Guatemala, al grado de que el vecino del sur deberá incorporar a su lenguaje el concepto de “daño colateral”, pues en eso quedó el asesinato del cantante argentino Facundo Cabral. El objetivo de la emboscada (similar a las que ocurren en el norte de México) era el dueño de varios centros nocturnos del que se sospecha que está metido actividades ilícitas. La atención del mundo se centró ahora en la nación centroamericana, donde desde hace años los empresarios del ramo de los antros –muchos de ellos supuestamente ligados al crimen organizado– han sido sistemáticamente eliminados.
“Ya les di las gracias a ustedes.
Las daré en Quetzaltenango y después que sea lo que Dios quiera, porque él sabe lo que hace”.
Con esas palabras el cantante argentino Facundo Cabral se despidió de su público al finalizar el penúltimo de sus conciertos en Guatemala, cuatro días antes de ser asesinado.
Cabral, de 74 años, llegó a esta capital el lunes 4, un día después de haberse presentado en Nicaragua.
El martes cantó ante unas 5 mil personas en el hotel Tikal Futura y pronunció aquella frase.
En ese hotel fue donde se reunió con el empresario nicaragüense Henry Aquiles Fariñas Fonseca, dedicado a negocios de la vida nocturna en Centroamérica, encuentro que lo conduciría a la muerte.
El jueves 7 Cabral cantó en Quetzaltenango, la segunda ciudad más importante de Guatemala.
Para los dos conciertos que ofreció, aquí no fue contratado por Fariñas, como sugirieron algunos reportes iniciales, sino por la empresa EC Music.
Al día siguiente regresó a la capital y se hospedó nuevamente en el Tikal Futura.
A las cinco de la mañana del sábado 9 bajó al lobby con su representante, Percy David Llanos, para esperar el microbús que hace el recorrido entre el hotel y el aeropuerto.
Cabral iba a Nicaragua, donde terminaría su gira.
Ahí se produjo el encuentro con Fariñas, dueño de la cadena de clubes nocturnos Elite y quien también iba al aeropuerto para abordar el mismo vuelo a Nicaragua.
Fariñas, viejo amigo del cantante, se ofreció a llevarlo y Cabral aceptó.
En un sofá a la entrada del hotel estaban dos hombres que vigilaban al empresario nicaragüense.
Uno de ellos, Wilfred Allan Stokes Arnold, fue aprehendido el martes 12 por la policía guatemalteca; el otro aún no ha sido identificado.
El cantante y su amigo bajaron al estacionamiento y abordaron una camioneta Range Rover que el mismo Fariñas manejó.
Cabral viajaba en el asiento del copiloto y Llanos iba en el asiento trasero.
Detrás de ellos salió otra camioneta donde iban los guardaespaldas del nicaragüense.
Estos son los hechos que el equipo que investiga el caso –integrado por agentes de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el Ministerio Público (MP), la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio de Gobernación– pudo reconstruir gracias a los videos de las cámaras de seguridad del hotel.
Esta es la segunda vez que el complejo Tikal Futura, que alberga un hotel de cinco estrellas y un centro comercial, es escenario de hechos violentos vinculados con el crimen organizado: El 15 de septiembre de 2010 hubo un tiroteo de 45 minutos en el estacionamiento del centro comercial cuando la PNC pretendía capturar a Mauro Salomón Ramírez Barrios, buscado por las autoridades estadounidenses por tráfico de cocaína.
La emboscada
Tras salir del hotel y cuando ya se dirigía al aeropuerto, el vehículo de Fariñas fue alcanzado por una camioneta Hyundai en la que viajaba Stokes Arnold, una camioneta BMW en la que iba Elgin Enrique Vargas Hernández –a quien los investigadores señalan como encargado de coordinar el ataque– y un tercer automóvil aún no identificado.
La Hyundai y el BMW se colocaron una a cada lado de la camioneta de Fariñas y el tercer vehículo se le puso enfrente.
A las cinco y cuarto de la mañana empezó el ataque, que ocurrió en un tramo de 500 metros, los que el auto de las víctimas pudo avanzar.
La mayoría de las 18 balas que impactaron el vehículo de Fariñas fueron disparadas por la camioneta que lo flanqueaba por la izquierda.
Tres de esos disparos le dieron a Cabral: uno en el torso, otro en el hombro y uno más, el fatal, en la cabeza.
La posición de los atacantes y la trayectoria de los disparos –dirigidos al conductor– dejan en claro que el cantante argentino fue un daño colateral.
El atentado era contra Fariñas.
En tanto, la camioneta que se colocó a su derecha abrió fuego contra el auto de los guardaespaldas.
El ataque tenía la firma del narcotráfico.
Como horas después afirmó el presidente guatemalteco Álvaro Colom en conferencia de prensa: “No fueron ‘sicaritos’ de la calle, sino crimen organizado”.
Cuando la Hyundai escapó, perseguida por los guardaespaldas de Fariñas, el empresario intentó refugiarse en la estación de bomberos, donde se estrelló contra una ambulancia.
Herido, fue trasladado al Centro Médico, un hospital privado.
Llanos salió ileso.
Al mediodía del domingo 10 la Policía Municipal de Tránsito de Santa Catarina Pinula informó que a 14.
5 kilómetros de la capital, en la carretera que va a El Salvador, fue hallada la Hyundai en la que se transportaban los atacantes de Fariñas.
El vehículo tenía reporte de robo.
El martes 12, aún dentro de los tres días de luto nacional decretados por Colom, el ministro de Gobernación, Carlos Menocal y la fiscal general Claudia Paz y Paz anunciaron las capturas de Vargas Hernández y Stokes Arnold.
Vargas Hernández, de 35 años y originario de Chiquimulilla, departamento de Santa Rosa, fue señalado como responsable de contratar a Stokes Arnold y otros dos sicarios.
La policía lo detuvo en un inmueble en los Altos de Bárcenas, la misma colonia donde había sido detenido en 2006 acusado de pertenecer a una banda de robacoches.
Stokes Arnold, de 29 años, tiene antecedentes por estafa con cheque.
Sin embargo la policía aún no ha dicho quién fue el autor intelectual del ataque.
Paz y Paz se limitó a declarar que “un centroamericano” contrató a Vargas para que montara el operativo, pero no reveló el nombre, la nacionalidad ni el posible móvil.
El ministro de Gobernación agregó que dicho centroamericano es, como Fariñas, propietario de centros nocturnos “de alto nivel, donde la actividad se paga en dólares”.
“El cruce de información lo estamos haciendo con Nicaragua para establecer la participación de este personaje en el hecho”, agregó.
El diario guatemalteco Prensa Libre cita una fuente cercana a la investigación que corroboró que Fariñas ya estaba en el radar de las autoridades “desde hace un buen tiempo por su supuesta vinculación con grupos de narcotraficantes”.
Esa fuente asevera que el presidente Colom recibió del gobierno de Nicaragua un informe sobre Fariñas en el cual se señala que el empresario estaba siendo investigado por lavar dinero del narcotráfico sin detallar a qué organizaciones podría estar vinculado.
Las autoridades guatemaltecas han evitado manifestarse sobre la probable participación de las organizaciones delictivas mexicanas presentes en este país.