Un borracho, inspiración de Calderón y Cordero: Fuaaa

Publicado el septiembre 24, 2011, Bajo Nacional, Autor MonaLisa.


Por: Fortino Cisneros Calzada / El Mañana -24 Septiembre 2011

Desde el rey poeta Netzahualcoyotl hasta el premio Nobel Octavio Paz, pasando por genios notables de la literatura, como Sor Juana Inés de la Cruz, Joaquín Fernández de Lizardi, Ignacio Manuel Altamirano, Amado Nervo y Juan Rulfo, México ha tenido una gran tradición del buen decir.

Su aporte a la lengua castellana ha sido muy importante tanto en vocablos novedosos, como en la forma de usarlos.

En política, este país ha tenido oradores destacados; al conjuro de sus palabras y sus entonaciones hicieron vibrar el alma nacional para llevarla a propósitos superiores, lo mismo cuando el general Lázaro Cárdenas convocó a los mexicanos para juntos saldar la deuda generada por la expropiación petrolera que cuando don Adolfo López Mateos anunció la nacionalización de la industria eléctrica y llamó a los mexicanos para no responder a las provocaciones de los poderosos consorcios afectados que pretendieron involucrar a México en una guerra con Guatemala, a fin de justificar una invasión de fuerzas externas.

… Ahora, los textos están plagados de chistosadas que se presumen graciosas y de vicios semánticos a los que se atribuye salero, y los políticos ya no sólo dicen tonterías sino hasta boberías como acaban de hacer Felipe Calderón y su delfín, Ernesto Cordero, utilizando la expresión magnificada por la televisión de un borracho levantado del arroyo totalmente perdido entre las brumas del alcohol.

El uso de esos vocablos, que no lo son, da la medida exacta de la personalidad del presidente de la República y de su heredero, quienes han tomado el quehacer político como el uso caprichoso del aparato del Estado para sus fines personales y de camarilla.
Calderón tiene la gracia de un elefante reumático y más Cordero, quien lo único divertido que ha dicho es que quiere ser presidente de la República.
Ha de creer que si Fox y Calderón llegaron, él ¿por qué no?
Los grandes tribunos adornan sus discursos con citas de filósofos, políticos o literatos notables; Calderón lo hace con expresiones de un ebrio botado en la calle que fue captado por la televisión en el momento en que lo despertó la policía y que Joaquín López hizo famoso a fuerza de repetirlo en la pantalla de cristal.

¿Será ese el ejemplo que le parece más adecuado para los jóvenes deportistas a los que dirigió la palabra? ¿Es esa la medida de su pensamiento? ¿No le alcanzó el magín para citar alguna de las frases afortunadas de deportistas famosos?
Muy saludable para el país sería que Felipe Calderón se diera un respiro y suspendiera sus alocuciones en que regaña a presidentes, critica a pueblos amigos, pontifica como iluminado y cita a briagos perdularios frente a los contingentes de jóvenes deportistas que representarán a México en las competencias centroamericanas que se celebran en la tierra, ¡quien lo dijera!, del gobernador que asegura que le vale madres lo que el pueblo piensa de su gobierno, luego de entregar un cheque millonario a una asociación religiosa.

Desde el momento mismo en que asumió la Presidencia, Calderón demostró que está negado para la política; en lugar de convocar a un gran acuerdo nacional de todas las fuerzas políticas para el fortalecimiento de las instituciones y la restitución del estado de derecho, pintó su raya y dejó en claro que “nosotros somos los buenos, los limpios, los pacíficos y los demás son los malos”.

Ahora, ha confirmado que tampoco tiene facultades para la oratoria.
A lo largo de casi cinco años ha dicho tontería y media; pero, el colmo fue recomendar a los jóvenes deportistas a sacar el “fua” y demostrar que son mexicanos.
Que un borrachín perdulario haya “inventado” esa “palabra”, no tiene mayor trascendencia, lo cuestionable es que López la hiciera famosa en la televisión y que el presidente la cite en un discurso oficial.

Entre lo gracioso y lo ridículo no hay más que un pasito… y ya lo dieron.

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