Lo de Peña es un espejismo reformador: OEM
Publicado el diciembre 18, 2014, Bajo Nacional, Autor MonaLisa.
Enrique Peña Nieto habló del 2014 como un año de claroscuros durante su discurso ante el Consejo Nacional Agropecuario.
Sin embargo, se adelanta un 2015 en que debe romper con su discurso utópico sobre la situación del país
POR: AGENCIAS- El Mañana _ 18 Dic 2014
La Organización Editorial Mexicana publicó un dictamen en que se analiza la forma en que Enrique Peña Nieto ha cambiado su discurso a partir del inicio de su campaña para la instauración de sus reformas estructurales. En él se llama a que el presidente de México afronte que el país del que habla en sus discursos dista de ser una utopía. El artículo describe una crisis profunda que ha empañado la imagen de la presidencia.
La promulgación de las leyes reglamentarias en materia energética, fueron aprobadas en un clima de amplia oposición por la izquierda, la cual abogaba por que se decidiera el asunto bajo el escrutinio de una consulta popular, que fue catalogada como “inconstitucional” por la SCJN.
Durante su Segundo Informe de Gobierno, Peña Nieto mostró su optimismo sobre las reformas de carácter económico, las cuales servirían para impulsar el crecimiento del país, y aventuró que se había dado lugar a una reducción en los índices de delincuencia y de violencia. Y algo cambió. “El optimismo sobre el futuro estaba en su punto más alto y expresiones como “México se está transformando”, “los astros se han alineado” y el país tiene una “oportunidad histórica” sustituyeron en el discurso oficial las referencias al narcotráfico y a la violencia”, manifiesta el artículo.
El suceso en torno a la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa volvió nuevamente la mirada a los discursos del sexenio de Felipe Calderón. Al tema de la delincuencia fue agregado el tema de la corrupción cuando las investigaciones oficiales determinaron que el suceso ocurrió bajo las órdenes del alcalde de Iguala, José Luís Abarca. “La sociedad, cansada de la violencia, la corrupción y la impunidad, ha salido a las calles en solidaridad con los estudiantes, pero también para demandar la renuncia de Peña Nieto, afectado estos días por varios escándalos por supuesto tráfico de influencias” determina el escrito.
Al clima de protestas e indignación social ocurrieron dos escándalos en torno a dos figuras muy cercanas al presidente: la primera dama Angélica Rivera y el secretario de Hacienda, Luís Videgaray. Su posesión de casas de gran valor y que hayan sido obtenidas por el contrato de con una empresa contratista favorecida en los contratos públicos del Gobierno Federal, abonó a las razones para que parte de la sociedad exigiera la renuncia del presidente. Peña Nieto actuó en consecuencia e hizo pública su declaración patrimonial para restablecer credibilidad.
De la mano de ello, anunció la puesta en marcha un plan de seguridad que busca combatir la infiltración de la corrupción, especialmente en los municipios. Aun, dichas medidas no han sido suficientes para acallar las críticas en contra de su gobierno. Tanto la sociedad como la izquierda parlamentaria, han tildado de centralistas estas medidas y que desconocen el problema de la corrupción en el ámbito estatal.
Este es el panorama que la OEM pinta del 2015 para Peña Nieto.
Sin embargo, habría que hacer varios matices. Por un lado la “oposición de la izquierda” se ha ido desdibujando en lo que a bancadas parlamentarias se refiere. Mientras que los partidos discuten sobre los pormenores de las reformas, todas están de acuerdo con la postura presidencial de “fortalecer las instituciones”; la oposición de los partidos se perfila más como una competencia por el dominio de los aparatos institucionales.
Como su contrapunto encontramos el caso de la CETEG, frecuentemente condenada a las etiquetas de alborotadores y delincuentes, y los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa, quienes en los últimos días han llevado a cabo en el estado de Guerrero una campaña por cancelar las elecciones y de abolir los Poderes. Parece que se han dado las condiciones para hablar de democracia fuera de las instituciones que hoy en día rigen el país y las localidades.
Otro caso que rebasa el sólo abandono de la visión utópica de Peña Nieto es el enfrentamiento entre ex autodefensas en Michoacán durante el día de ayer. Una situación que muestra superar en gran medida el programa de seguridad federal en dicho estado, un enfrentamiento entre dos grupos armados que no logran ser incorporados por el Estado; ha parecido, incluso, que las acciones del Gobierno Federal buscan una mayor marginalización de estas fuerzas.
En las últimas semanas, después de la anterior Acción Global por Ayotzinapa, ha surgido constantemente la interrogante de “¿y ahora qué?” Las marchas también parecen perfilarse hacia otras acciones más allá de las protestas mayoritariamente pacíficas; no sólo no cederán, sino que parece que buscan otros caminos.
En definitiva, es necesario abandonar la petulancia que surge de la confianza en la efectividad de un conjunto de reformas a la ley puede brindar, y tener cuidado de las decisiones que se tomen a partir de hoy. Discursos que luchan por marcar como caso aislado el caso de corrupción en Iguala son ya insuficientes.