La baja inflación en EU y la situación mundial frenan a la Fed: deja sin cambio la tasa
Publicado el septiembre 17, 2015, Bajo Internacional, Autor LluviadeCafe.
SINEMBARGO
La incertidumbre, por ahora, se ha ido. La gran pregunta se ha resuelto. La Reserva Federal (Fed), luego de una reunión de dos días, ha anunciado esta tarde que la situación económica de Estados Unidos no está lista, principalmente por la baja inflación y los problemas globales, para el alza de tasas de interés que se encuentran entre 0 y 0.25 por ciento desde la crisis financiera del 2008.
En diciembre será su siguiente reunión.
En conferencia de prensa, media hora después del anuncio, la presidenta Janet Yellen defendió la decisión de aplazar el alza por la volatilidad financiera global, las dudas sobre algunas economías emergentes como China, la fuerte apreciación del dólar y la inflación lejana al 2 por ciento esperado.
“La situación en el exterior aconseja una vigilancia estrecha”, aseguró Yellen. La presidenta reconoció, además, que las “exportaciones netas habían supuesto un freno” a la actividad económica como reflejo a la apreciación del dólar en los últimos meses, y agregó que los “factores transitorios” que se encuentran detrás de la baja inflación “todavía tardarán un tiempo para desaparecer totalmente”.
La decisión se tomó con nueve votos a favor y uno en contra, el de Jeffrey Lacker, presidente de la Reserva Federal de Richmond.
Aunque la economía de EU continuó la expansión a “un ritmo moderado”, el comunicado de la Fed remarcó que “los acontecimientos globales económicos y financieros pueden frenar de algún modo la actividad económica y probablemente pongan mayores presiones a la baja sobre la inflación en el corto plazo”, en clara referencia a la volatilidad experimentada por China en las últimas semanas.
Asimismo, el banco central estadounidense elevó las previsiones de crecimiento de EU ligeramente hasta el 2.1 por ciento este año, frente al 1.9 por ciento pronosticado en junio, y rebajó las de 2016 al 2.3 por ciento, comparadas con las del 2.5 por ciento de hace tres meses.
Ayer el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) comenzó su reunión en Washington el mismo día en que el Gobierno dio a conocer los datos de inflación –indicador clave para la normalización– correspondientes a agosto, mes en el que el índice de precios al consumo (IPC) volvió a caer, como venía ocurriendo hasta finales de 2014, con lo que la inflación interanual quedó en el 0.2 por ciento.
Ese dato está muy lejos del 2 por ciento de inflación que la Fed se ha marcado como “objetivo saludable”.
El motivo de la nueva bajada de la inflación en agosto, que sorprendió a los analistas, fue sobre todo la depresión que, desde hace más de un año, vienen experimentando los precios de la energía, que cayeron esta vez un 2 por ciento, algo que tiene efectos mundiales.
Ademas, este jueves el Departamento de Trabajo informó que las solicitudes semanales del subsidio por desempleo en Estados Unidos bajaron en 11 mil la semana pasada y se situaron en 264 mil, la cifra más baja desde mediados de julio.
Los analistas habían pronosticado que la cifra se mantendría estable, en torno a las 275 mil solicitudes de la semana previa. La media de solicitudes en cuatro semanas, que es un indicador más fiable para determinar la tendencia del mercado laboral del país, disminuyó en 3 mil 250 y quedó en un total de 272 mil 500.
El índice de desempleo en Estados Unidos se redujo al 5.1 por ciento en agosto, dos décimas menos que en julio, y quedó en su nivel más bajo desde abril de 2008.
En agosto la economía estadounidense generó 173 mil nuevos empleos, una cifra menor a las de los meses previos.
En su más reciente informe sobre la actividad económica en el país, a comienzos de septiembre, la Fed indicó que se ha mantenido en general una “actividad económica expansiva”, pero en algunos sectores se empezó a notar la desaceleración china.
El informe, conocido como el “libro beige”, mencionó en concreto caídas de la actividad en los distritos de Boston, Dallas y San Francisco debido a la desaceleración china, especialmente en los sectores industrial, tecnológico y de servicios financieros.
Pese a todo esto, el vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, dijo recientemente que hay “buenas razones” para pensar que la inflación irá repuntando a lo largo del año, por lo que el banco central no debería esperar hasta alcanzar la meta anual del 2 por ciento para iniciar la subida de tasas.