Mancera y el PRD, como EPN y el PRI: acarreados y despensas para simular apoyo popular

SINEMBARGO
Imagen:Sopitas.com
Acarreados. Aplausos a modo. Colonos llevados en camiones para aplaudir. Despensas y pase de lista de líderes vecinales. Eso fue hace poco menos de 48 horas. Y eso es hoy, también.Como lo hizo la tarde del 15 de septiembre pasado el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que trajo acarreados del Estado de México para simular apoyo en el Zócalo durante la ceremonia del Grito del Presidente Enrique Peña Nieto, así lo hizo el de la Revolución Democrática (PRD) para Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Las calles del Centro Histórico aledañas a la sede de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), donde este mediodía Mancera Espinosa rendirá su Tercer Informe de Gobierno, se llenaron de contingentes que provienen de distintas delegaciones de la capital del país y que, como se vio en la tarde del 15 de septiembre para la ceremonia del Grito de Independencia de Enrique Peña Nieto, son transportados en camiones y microbuses.

En las inmediaciones de la ALDF se vio incluso a personas que, sin identificación visible, entregaron bolsas con despensas y paquetes de desayunos, que incluyen sándwiches y manzanas, entre otros alimentos. También se desplegaron mantas de apoyo al Jefe de Gobierno, incluyendo algunas que le dan respaldo a sus aspiraciones presidenciales para 2018.

Afuera del recinto legislativo, desde las 6 de la mañana se congregaron empleados del Gobierno del Distrito Federal, tanto de dependencias del gobierno central como de las delegaciones. Los trabajadores, que acudieron al informe de gobierno en un día laboral, aseguraron que vinieron por voluntad propia a apoyar al Jefe de Gobierno. A diferencia del año anterior, cuando el acceso a la Asamblea Legislativa fue por la calle de Allende, está vez el acceso a funcionarios, legisladores, invitados especiales y el Jefe de Gobierno fue habilitado por la calle de Donceles, restringiendo el acceso desde el Eje Central y hasta Allende.

De este modo, Donceles quedó convertida en una especie de pasarela de servidores públicos, con los trabajadores apostados a ambos lados de  la calle, cercados por vallas. Desde ahí, los empleados del gobierno capitalino se dedicaron a echar porras a los legisladores perredistas, a funcionarios del gobierno y a los delegados de las demarcaciones gobernadas por el PRD.

A las 11 en punto Mancera apareció en el acceso colocado sobre Eje Central, y fue recibido en medio de ovaciones y gritos de “Mancera”… “Mancera”… gritados a todo pulmón principalmente por los trabajadores del Sindicato de Trabajadores del Distrito federal.

A bordo de una Suburban negra con vidrios polarizados, Mancera avanzó unas calles y al bajarse sólo concedió algunos saludos a los empleados que le estiraban las manos. Metros adelante, donde se concentraban las cámaras de los medios, el Jefe de Gobierno, ahora sí, se dejó ver saludando a los únicos de sus gobernados que vinieron a apoyarlo este día. Entre disparos de cámaras y los gritos de la gente, Mancera se llevaba cada tanto la mano derecha al corazón, como suelen hacer las estrellas de la farándula para agradecer a sus fans.

En la calle de Tacuba y sobre el Eje Central podían verse a personas resguardando paquetes de almuerzos y de botellas de agua. Uno de ellos, que se encontraba frente al Museo Nacional de Arte, dijo que eran para los trabajadores que habían asistido al evento, y que se les entregaban tan sólo al identificarse con sus credenciales de empleados del gobierno.

Mancera se presentó en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para rendir su Tercer Informe de labores, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad que no impidió la llegada de personas afines a diversos sectores políticos prácticamente hasta la entrada del recinto, para gritar loas a los políticos.