“Operación Narco Polo” Pormenores de la captura del “Sera” Zambada
Posted on diciembre 2, 2013, under Noticias.
ANABEL HERNÁNDEZ
30 de Noviembre de 2013
Narcotráfico
Durante meses, a partir de marzo de 2012, agentes de la DEA comenzaron a investigar una red de traficantes y distribuidores de droga en San Diego, California, y Tijuana. Las acciones fueron bautizadas como Operación Narco Polo, que incluyó escuchas telefónicas. Dos meses después cayó el primero de los 12 integrantes; los otros, a lo largo del año. Y justo cuando la mayoría de ellos había negociado sus sentencias con la fiscalía del sur de California, fue atrapado Serafín Zambada Ortiz. Esta es la historia.
Serafín Zambada Ortiz, El Sera, manejaba sus cuentas en Facebook y Twitter con desparpajo. Lo mismo hacía con la información relativa al negocio del tráfico de droga y lavado de dinero que controlaba, según se desprende del expediente criminal 13-cr-3575, abierto en la Corte de Distrito Sur de California contra él y 12 personajes de su entorno.
Y fue precisamente un descuido de sus colaboradores en mayo de 2012 –quienes formaban una red de traficantes y distribuidores de droga en San Diego, California, y Tijuana– el que activó la Operación Narco Polo iniciada dos meses antes.
Gracias a ella y tras más de un año de investigaciones, la Drug Enforcement Administration (DEA) detuvo el pasado 20 de noviembre al imprudente hijo de Ismael El Mayo Zambada García, líder del Cártel de Sinaloa, en el cruce internacional Dennis DeConcini en Nogales, Arizona.
Según el expediente criminal del Sera y coacusados, al cual tuvo acceso este semanario, la DEA interceptó llamadas telefónicas entre marzo y octubre de 2012. El legajo tiene las declaraciones juradas de los presuntos cómplices del detenido sobre varios decomisos de droga y dinero por parte de sus captores, así como informes de laboratorio y fotografías. Todo ese arsenal será usado contra el hijo del Mayo.
Además de los delitos de tráfico de metanfetaminas y cocaína que se le imputan al Sera en el expediente criminal, las autoridades estadunidenses pretenden decomisarle todos los bienes, derechos, títulos e intereses que conformen su patrimonio o se deriven de cualquier ingreso que él haya obtenido de sus operaciones relacionadas con el trasiego de droga y cualquier propiedad usada para dicha actividad.