La noche de los delincuentes
Gamboa festina la aprobación de la reforma energética.
Foto: Octavio Gómez
JOSÉ GIL OLMOS
11 DE DICIEMBRE DE 2013
ANÁLISIS
MÉXICO, D.F. (apro).- Entre la medianoche del martes y la madrugada del miércoles 11, cuando todos dormían, furtivamente, como lo hacen los delincuentes, senadores del PRI, PAN y PVEM aprobaron las reformas constitucionales para la privatización del petróleo y la energía eléctrica, consumando así la meta más ambiciosa del gobierno neoliberal de Enrique Peña Nieto.
Durante mucho tiempo el PRI tuvo la intención de cambiar la Constitución para abrir a la iniciativa privada la explotación petrolera y la generación de electricidad, actividades que estaban consideradas facultad exclusiva del Estado mexicano. En varios momentos hubo intentos de llevarlo a cabo, pero priistas y panistas se topaban con inercias internas y una gran oposición popular a esta iniciativa que contravenía el espíritu soberano de controlar el sector energético con un claro sentido social.