¿Por qué recordar a Benito Juárez?

Publicado el marzo 21, 2012, Bajo Política, Autor molotovmx.

Benito Juárez es uno de los héroes más reconocidos no sólo por su trayectoria política, sino también por su origen y aportación a la historia de México.

Sin duda, Benito Juárez (1806-1872) es uno de los héroes más reconocidos y populares de México, no sólo porque la mayoría de las escuelas de educación básica adoptaron su nombre, también se debe a que su imagen e historia ha sido llevada y traída constantemente en la política, la sociedad e incluso hasta en la iglesia católica.

Aportación histórica de Benito Juárez
De entrada habría que reconocer los logros de Benito Juárez que le dieron la categoría de prócer de la Patria: la expedición de las Leyes de Reforma incorporadas a la Constitución de 1857, que entre otras cosas, separaban de tajo a la iglesia y al Estado, la nacionalización de los bienes del clero, la consolidación del matrimonio, los registros civiles y otra serie de iniciativas que derivaron, tiempo después, en el establecimiento de la educación laica y gratuita; además de restablecer la República al salir victorioso tras la intervención francesa a nuestro país vía Maximiliano de Habsburgo.

Del lado político, es evidente que el legado de Benito Juárez se ha convertido, a través de los años, en un estandarte, al menos en el papel, de hombres de poder, sobre todo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como los ex presidentes Lázaro Cárdenas, Luis Echeverría y hasta Andrés Manuel López Obrador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el que por cierto se siente su mismísima encarnación.

Benito Juárez también ha sido un personaje de controversia hasta nuestros tiempos. Resulta significativa la anécdota de cómo el ex presidente Vicente Fox mandó quitar el cuadro del héroe oaxaqueño de la Residencia Oficial de Los Pinos, para enviarla a la Secretaría de Gobernación que en esos momentos encabezaba Santiago Creel.

Benito Juárez, historia de superación personal
Por el lado social, la imagen de Benito Juárez ha sido utilizada como una historia de superación: el humilde pastor indígena que pudo superar la segregación y logró, con su dedicación y esfuerzo, terminar la universidad como licenciado en derecho y llegar años después hasta la presidencia de la República. En ese sentido, es curioso ver que la historia se repite, ahora en Estados Unidos, con el actual presidente Barack Obama, un representante de una minoría estadounidense que logra, mediante su trabajo político y su gran retórica, ganarse el corazón de la población para acceder a la presidencia de los Estados Unidos de América.

Y finalmente está la iglesia, que ve en Benito Juárez a un demonio, masón al que no sólo quiso eliminar trayendo del otro lado del mar al imperio francés, sino que además, le ha trabajado la imagen de “vende patrias” en especial cuando Juárez negoció con los Estados Unidos el Tratado McLein-Ocampo.

¿Qué rescatar de Benito Juárez?
Sin duda el legado político, cuyos preceptos estaban evidentemente adelantados a su época, el establecimiento de normas jurídico-sociales que son la base del sistema político y judicial de nuestra época, que le dieron el reconocimiento internacional por lo visionarias que eran.

También, habría que reconocer la entereza del político oaxaqueño de aferrarse al poder a pesar de luchar contra el que se consideraba el ejército más preparado del mundo, el francés; y que a pesar de sus contradicciones como gobernante tuvo el acierto de separar a dos poderes que juntos han demostrado ser la base de las peores tiranías en la historia de la humanidad, como son el binomio Estado-iglesia. Irónico es que el primer promotor de aquella cita de Jesucristo que decía: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” haya sido precisamente él.

Así pues, Benito Juárez es un personaje de la historia mexicana que a través de los años ha podido superar la manipulación perversa de su imagen de cuanto político aparezca en escena, y se seguirá conservando su imagen mientras que a las generaciones que vienen se les enseñe el por qué vale la pena recordar al héroe nacional mexicano.

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