Para 2015, algunas ideas

Publicado el diciembre 25, 2014, Bajo Opinión, Autor MonaLisa.

2015
Fecha simbólica en la que solemos pensar fugazmente en las cosas que queremos conseguir durante el año próximo, y nos llegan por las redes sociales un montón de recomendaciones con trucos, consejos y claves para conseguirlo. Y al final… ¡Casi nunca hacemos nada!

Pero eso está bien, no pasa nada. Los humanos somos así: complejos, contradictorios. Queremos y no queremos, nos proponemos pero no hacemos, deseamos y desdeñamos.

Y con esto del nuevo año y los propósitos pasa lo mismo. De verdad que queremos introducir cambios para que nuestra vida, trabajo, pareja, familia, amigos… sea mejor, pero luego nos vemos invadidos por la implacable rutina, los compromisos y las urgencias y todos los propósitos se nos van al traste.

Ya tenemos confianza, así que no te voy a soltar un rollo diciéndote lo que tienes que hacer para tener un nuevo año estupendo y que solo te cargue con algunas ideas que no vas a hacer. No. No me gusta eso. No sirve.

Lo que creo que sirve es aceptar que no somos perfectos, y que haremos lo que podamos en este momento; tan solo aquello que estemos preparados para incorporar a nuestra vida.

Así que la pregunta importante no es ¿qué tengo que hacer para el nuevo año? sino: ¿me gustaría incorporar algo nuevo que me ayude a mejorar un poco mi vida en el próximo año?

Si la respuesta es que sí, un sí sincero, entonces ya puedes pasearte por esos post que dan trucos y claves que han funcionado para otros, y reflexionar un instante sobre ellas y ver si alguna resuena en ti.

Porque a todos, en algún instante nos encaja una idea, una frase, un concepto, que en otro momento no estábamos preparados para incorporar a nuestra vida. Y de pronto, algo mil veces visto u oído, ¡zas! se nos aparece con todo su sentido y podemos aplicarlo con total naturalidad.

Y eso es lo que te planteo con algunas de las ideas que vas a ver a continuación. Que las leas despacio, las des una oportunidad de ver si encajan contigo o no en este determinado momento.

Si es así, entonces inevitablemente deberás hacer un pequeño esfuerzo para ponerte en marcha. Y si no es su momento, déjalas ahí en el almacén de la parte de atrás de tu mente, para que reposen, maduren y puedan ayudarte un poco más adelante cuando sea tu/su momento.

Esta es la idea: “Quiero mejorar un poco las cosas. Y me viene bien una pequeña guía una ayuda, un hilo por donde tirar. No lo entiendo todo, no sé si me servirá, pero son cosas que han servido a otros, voy a darles una oportunidad”.

Y con esta actitud presente te ofrezco estas claves que no me he inventado yo, que he recogido de otras personas que se dedican al desarrollo personal, a ayudar a otros a sentirse mejor, y que cuando uno se mete en este mundo, ve que se repiten constantemente. Por algo será…

Las personas exitosas, las personas felices, acaban haciendo cosas parecidas. ¿Y qué es lo que hacen a final de año? Cosas como estas:

1- Hacen un balance del año que ha terminado.

Sí. Dedican un rato a pensar en el año que acaba. Sin prisa. ¿Lo has hecho alguna vez? “Voy a sentarme a pensar, a recordar, a evaluar”…

¿Cómo ha sido este año? ¿Cómo me he sentido en el trabajo? ¿En mi relación de pareja? ¿En mi familia? ¿Qué he conseguido? ¿Cuáles han sido los mejores momentos? ¿Y los menos buenos?

Sé sincero/a contigo mismo. Qué cosas he hecho mejor/peor? ¿A qué cosas sería bueno que dedicara mi atención para mejorar? ¿Qué cosas quería conseguir, cuáles alcancé? ¿Por qué lo conseguí, y por qué no conseguí las otras?

Y ya está. Solo con este pequeño ejercicio vas a tener un aprendizaje incalculable para el próximo año.

Dos trucos antes de seguir. Da mucho valor a lo positivo. Quédate con aquello que se puede mejorar, pero sobre todo valora todo lo bueno de este año que acaba. Y otra cosa más. Agradécelo. Sí, di por dentro: “gracias por todo esto que he tenido bueno en mi vida”. Pero así, con estas palabras, con tu voz interior (no tengas vergüenza que no te oye nadie). ¿Te has fijado en que es imposible estar estresado y agradecido a la vez?

2-Simplifican.

Simplifica tu vida en la medida de lo posible. De tareas de compromisos y… ¡de cosas! Cosas inútiles que nunca más vamos a usar, libros que nunca leeremos, ropa…

No lo tires, claro. Piensa en quién lo puede necesitar, dales una segunda vida, véndelos, dónalo…

Hay muchos blogs que nos dan trucos para simplificar nuestra vida, que pueden ser muy útiles. Cosas como “si no te lo has puesto en todo el año, no te lo vas a poner de nuevo”. Si esta idea te resuena, encontrarás muchos sitios que te ayudarán a hacerlo lo mejor posible y ofrecerte ángulos que no habías visto. (En este post de Guadalupe tienes algunas ideas y referencias interesantes).

Y como decía antes. No solo de cosas, sino de compromisos contigo o con otros, que no te están ayudando y que lastran el desarrollo de cosas mejores: ese proyecto que no va a ningún sitio, ese compromiso familiar que no siento como mío y que mantengo por extrañas alianzas, esa relación de pareja desastrosa o ese amante problemático, o esa adicción sin sentido.

Simplifico. Prescindo. Y me libero.

3-Planifican.

Todo, todo, todo el mundo aconseja que planifiquemos. No hay discusión. Es una herramienta incuestionable, útil, poderosa. O la coges o la coges. No hay otra. Hay que planificar porque de lo contrario te estás perdiendo muchas cosas por el camino, muchos logros que de ninguna otra forma se pueden conseguir.

Y no solo logros profesionales sino también personales: conseguir pareja, tener un hijo, aprender a patinar, tocar el piano…

De nuevo hay un montón de sitios de productividad personal que te van a dar mil ideas (recomiendo “El Canasto”, de mi amigo Jeroen Sangers) pero para nosotros, para andar por casa y para empezar con algo sencillo que nos sirva pero que no nos abrume, dos cosas muy sencillas:

Marca unos objetivos para el año que viene y escríbelos. Repito. Dedica un rato a pensar en lo que quieres conseguir y escríbelo. Si no lo escribes no sirve. No importa, no te agobies, se pueden cambiar. Pero hay que empezar por algún lugar.

Divide los objetivos en partes más pequeñas, hitos por ejemplo trimestrales. Y si ya quieres levarte la medalla de oro, baja a un nivel semanal con tareas concretas a cumplir, y que te llevarán sin tanto esfuerzo como pensabas, a tu meta.

Y ya está, ya hemos terminado. Hacer balance, simplificar y planificar. Tres cosas muy sencillas para incorporar ahora mismo. De la manera en que tú puedas, sin querer hacerlo todo perfecto. Y que te van a ayudar a ser más feliz, a conseguir aquello que quieres.

Dos bonus extra:

Planifica también tu descanso: Busca periodos de desconexión. A veces la vorágine diaria es tal que pasa el tiempo y no somos capaces de tomar distancia para recargar pilas y tan solo no hacer nada. Como todo deportista sabe, el descanso es tan importante como el ejercicio.

Pide ayuda: si no puedes tú solo, por favor pide ayuda. Si algo no está funcionando bien y no te está dejando ser feliz, no lo tapes, no te lo escondas a ti mismo. Es mejor enfrentar el problema, reconocerlo, pasarlo mal y pedir ayuda para solucionarlo. Cuanto más tiempo pase, más suelen complicarse las cosas.

Así que tan solo coge el teléfono y llama, o escribe ese mail y di: “Me pasa esto y me está haciendo mal. ¿Puedes ayudarme?”.

Y ahora ya termino. Como siempre me pongo a escribir, me lío y me salen los post un poco largos. Pero tenía la necesidad de compartir contigo estas cosas porque de verdad creo que te pueden ayudar con tu nuevo año, que no es más que una metáfora de tu nueva vida…

COMENTA TAMBIÉN SIN FACEBOOK:

Leave a Comment